Cata de Vinos en el Parque Xcaret
Lo primero que tenemos que saber, es que una gran mayoría de los visitantes a la Cava “Vino de México Xcaret”, no son expertos e incluso ni siquiera son aficionados al vino, y eso hace que este recorrido sea aun más enriquecedor, tanto para los visitantes como para nuestro guía, quien disfruta mostrando uno de los secretos ocultos del parque Xcaret.
El recorrido en la Cava es interactivo, nuestro guía permite que los visitantes prueben el vino, sin darles ninguna pista, para permitir que cada uno, sienta y encuentre en los vinos que está probando, recuerdos de algún olor, sabor o incluso momento y después se le da la explicación. En palabras de Adolfo Ventura, nuestro guía, “todos hemos probado una manzana verde o una manzana roja, si probamos un vino que nos recuerde ese sabor, tenemos una sensación de estar con sabores y recuerdos de algún momento de nuestra vida“. Cada cata es diferente a la anterior, ya que la información y las catas se van haciendo alrededor de los intereses de los visitantes, resolviéndo sus dudas e ilustrando sus inquietudes con la gran cantidad de etiquetas, sabores y aromas que pueden encontrar. Incluso cuando nos visitan expertos en vinos o en algún tipo de vino en especial, sirve para incrementar el conocimiento y cultura de nuestro guía.
Algo muy importante durante la visita a la Cava, es que no solamente es una visita para probar una bebida fermentada, también es una visita de cultura e historia, ya que se nos presenta información de los viñedos en México y toda la cultura que ha habido alrededor de estos durante siglos. Una peculiaridad de la Cava del Parque Xcaret, es que es la única en todo el mundo que cuenta solamente con vinos mexicanos, con 450 diferentes etiquetas. Dentro de la colección de vinos y etiquetas que podemos encontrar hay 3 casas de vinos mexicanos, históricas, que son las más representativas y se encuentran representadas dentro de la Cava; Monte Xanic, Santo Tomas y Casa Madero.
DATO CURIOSO: Casa Madero, ha estado haciendo vinos desde 1547, prácticamente desde la llegada de los españoles a México, siendo la primera casa en embotellar y comercializar el vino en la Nueva España.
Actualmente muchos de los vinos mexicanos que hay en la Cava, están al mismo nivel de sabor, robustez y calidad que vinos internacionalmente conocidos e incluso premiados; en la Cava podemos encontrar vinos de las diferentes zonas vinicolas mexicanas, iniciando en Querétaro y Zacatecas, el Valle de Parras en Coahuila y hasta Baja California.
LA MESA IMPERIAL
Dentro de la cava hay varios rincones significativos, como son las bodegas de cada una de las casas, la oficina del sommelier y la Mesa Imperial, el lugar más icónico de todos estos rincones, y no solo por su tamaño, sino por su historia.
La mesa está hecha con madera de Ceiba, que es el árbol sagrado de la zona; sin embargo, esta mesa fue hecha especialmente para este salón y entre sus curiosidades, cuentan que hicieron un hoyo en el techo de la Cava, que actualmente es un tragaluz a la entrada; por ese hoyo metieron una Ceiba y ya adentro la cortaron, la tallaron, la armaron; literalmente la mesa fue hecha dentro de la Cava, porque era la única forma de meter una mesa de esas dimensiones y peso dentro de las cuevas donde se estaba construyendo la Cava.
La sala está decorada con utensilios antiguos y clásicos para descorchar botellas, mapas de zonas vinícolas, instrumentos de madera, así como otros instrumentos utilizados para el consumo y disfrute del vino. Obviamente al ser un lugar tan emblemático, es esa mesa, donde se hace el maridaje de la cata y donde grandes cenas privadas se han llevado a cabo.
“Es un ensamble entre la pasión, el disfrute, la convivencia, la prueba de alimentos y bebidas”
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